• Agosto
    GAROÑA ITXITA. (Eguzkiren idatzia)

    Alvaro Nadal Energia ministroak adierazi duenez, Gobernuak ez du Garoñako zentral nuklearra hustiatzen jarraitzeko baimena luzatuko. Beraz, zentralak itxita jarraituko du, oraingoan behin betiko.
    Garaipen handia da, ezbairik gabe. Seguru asko inozo samarra litzateke pentsatzea garaipen hau soil-soilik herri-borrokaren ondorio dela, baina ukaezina da Gobernuak erabakia hartzeko ERABAKIGARRIA izan dela urteetako herri-borroka. Batzuetan oihartzun handia lortu du; besteetan, berriz, txikia, baina etengabea izan da, eta azkenean frutuak eman ditu.
    Adi, hau ez baita bukatu, ordea. Orain bermatu egin behar da zentrala benetan eraisten dela, iruzurrik onartu gabe. Gogoan izan, alde horretatik, aurtengo aurrekontu orokorretan partida bat onartu zutela Garoñan hondakin erradiaktiboen “behin-behineko” biltegi bat egiteko. Paradoxa ederra litzateke: zentrala ixtea eta, horren ordez, biltegi nuklearra ezartzea Garoñan. Bestalde, adi egon beharko da Nuclenorrek ageriko edo isilpeko kalteordainik jaso ez dezan, eskubiderik ez du eta. Eta, halaber, Garoñako inguruan garapen sozio-ekonomikoa sustatzeko plan bat errebindikatzen jarraitu beharko da.
    Baina hau guztia kontuan hartuta ere, guk ez dugu duda egiten: garaipen handia da, eta Euskal Herria nahiz planeta bizigarriago bat nahi dugunok badugu gaur, merezimendu eta zilegitasun osoz, gainera, zer ospaturik. Zorionak!
    Eguzki, 2017ko abuztuaren 1a

    ¿Y AHORA QUÉ? (De Eguzki-Gasteiz)
    El gran problema ahora para Nuclenor, gestores de la planta de Garoña, será que hacer con los residuos de la central, que incluyen el combustible ya empleado en el reactor y que, en total, superan los varios miles de toneladas.
    Según el Plan de Gestión del Combustible Gastado de C.N. Santa María de Garoña, un documento interno de la Empresa Nacional de Residuos (Enresa) obtenido por El Confidencial mediante una petición al Portal de Transparencia, la empresa valoraba a finales de 2011 cuatro alternativas sobre qué hacer con el uranio consumido para producir electricidad, todas ellas condicionadas a la construcción del Almacén Temporal Centralizado en Villar de Cañas (Cuenca).
    Las cuatro opciones
    Aunque Enresa se negó a facilitar a este periódico información acerca de la disposición de la piscina o el inventario de combustible gastado, sí que reveló las opciones que en aquel momento -meses antes de que Endesa e Iberdrola decretaran el cese de operaciones- barajaban como vías de gestión: esperar hasta que el ATC estuviera operativo y trasladar allí los residuos directamente desde la piscina, almacenar los residuos en un Almacén Temporal Individualizado, bien parcialmente o en su totalidad, o reprocesar el combustible y enviarlo al emplazamiento de Villar de Cañas.
    Aunque la piscina es, en sí misma, un almacén, el propio informe descarta mantener el combustible allí durante un tiempo prolongado: "La solución de utilizar infraestructuras existentes es de viabilidad dudosa", indica este análisis. Inicialmente, se contaba con que el ATC de Villar de Cañas estuviera listo para 2017 ó 2018, por lo que el almacén de Garoña estaba previsto para cobijar de forma provisional el combustible de la central. Pese a esto, en el plan de gestión Enresa recomendaba que se solicitara una licencia "para la totalidad del combustible, teniendo en cuenta que el elemento más costoso, que es el propio contenedor, es por principio modular y el esfuerzo de licenciamiento y coste de la infraestructura no varía mucho con el tamaño".
    En septiembre de 2015, el BOE detallaba la declaración de impacto ambiental del ATI de Garoña, uno de los requisitos legales para llevar a cabo el proyecto. En esta disposición se describían las características del futuro almacén: 32 contenedores cilíndricos ENUN 52B con un peso -una vez cargados de combustible- de unas 70 toneladas cada uno. Esto daría una capacidad total de alrededor de 2.256 toneladas, insuficientes ante las 6.079 toneladas de residuos radiactivos previstas por Enresa.
    En comparación, la central de Trillo dispone de un ATI con capacidad para 80 contenedores.
    Existe además otro problema. Los contenedores ENUN 52B están diseñados para usarse con dos tipos específicos de combustible (GE-6 y GE-7), pero no se indica qué ocurrirá con los otros tipos (GE-4, GE-5, GE-8, GE-10, GE-11 y GE-14) presentes en el reactor. En el caso de Garoña, hay un total de 2.505 elementos de los que solamente 594 son aptos para estos contenedores.



    El último acta de inspección realizada por los inspectores del Consejo de Seguridad Nuclear a la central, del 24 de mayo de 2017, explicaba que el titular de Santa María de Garoña tenía previsto comenzar a cargar en el ATI los primeros cinco contenedores con combustible gastado en el primer semestre de 2018, algo que parece impracticable a fecha de hoy.
    Desde el CSN advierten que la historia está lejos de terminar. "Nosotros ni aprobamos ni desaprobamos, sólo somos asesores del gobierno sobre ese ATI", explican a Teknautas fuentes del consejo. En 2013, el CSN ya emitió un informe favorable a la construcción del almacén, denominado Informe de Ejecución y Montaje, "pero aún nos falta por emitir un segundo documento, que está en fase de evaluación y por tanto no se puede comunicar nada aún sobre el mismo".
    "Informe Preceptivo y Vinculante para la Autorización de la Modificación de la Autorización, así se llama", indican estas fuentes. De este análisis, de farragoso título y seguro que apasionante contenido, dependerá que en los próximos meses pueda desbloquearse la situación de un desmantelamiento que, según el ministro Nadal, comenzará "inmediatamente".
    A día de hoy, en Santa María de Garoña, no hay almacén para tantos residuos radiactivos.
    Lezama Bizirk